29.5.13

CITTÁ APERTA (mi Semana Cultural)



Miércoles 23 de mayo día  (y semana) cultural. Tengo previsto asistir a la lectura de poemas/diario de J. L. Reyes en La Sebastiana. En esa misma jornada  ojeando el periódico me entero de la representación de teatro promocionada por mi amigo Alberto Monterroso y a la que no puedo acudir por razones obvias. La misma tarde el también amigo Manuel Toribio me trae a casa su reciente libro sobre el historiador cordobés Jaén Morente.

En la lectura de poemas (MORTA E APERTA) me encuentro con amigos inesperados, como Esperanza y José Antonio Álvarez, y también con personas conocidas de oídas y por sus libros, como Fernando Penco. El acto gira en torno al viaje realizado por el autor de fotografías y textos a la ciudad italiana de L’ Aquila, una ciudad cuasi fantasma a causa del terremoto de 2009 en la región italiana de los Abruzos.

José Luis Reyes Criado es una revelación. Un antiguo alumno del que no esperaba su evolución, a pesar de la formación de sus padres, también buenos amigos.  Equivocadamente lo creía más enfocado al mundo del deporte que al del arte. Pero ahora ha demostrado una vis artística increíble. Una sensibilidad y una capacidad que no me podía imaginar. Y es que así debe ser (o es) la vida: “la vida te da sorpresas, sorpresas te da la vida”, que dice la canción Pedro Navaja….

Pasé un grato tiempo disfrutando de amigos y arte. Porque el espíritu necesita de estos momentos para desencadenarse del rudo mundo material. El acto me  resultó encantador. Poesía relacionada con fotos (micropoesía en lugar de títulos) acompañada de música de chelo (luego pregunto por su composición y resulta improvisada). Neorrealismo  y barroco –música- esta última, interpretada por una joven prodigiosa llamada Sara Fontán.  Momentos sublimes de textos excelentemente declamados con un  acompañamiento  musical asombrosamente concordante. Un placer; un lujo del que no habrían podido disfrutar las clases populares del siglo XVIII, por ejemplo…

Tras la lectura de José Luis, una violonchelista veterana cuyo nombre ignoro nos deleitó con su espontánea interpretación.

Una noche perfecta en una semana que comenzó en La Fresnedilla y terminó escuchando a mi amigo y colega Alberto Rubio, tocando el órgano de la iglesia de La Compañía el domingo 26 de mayo.



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25.5.13

LA FRESNEDILLA 2013



De la mano del amigo Paco Madrigal el domingo 19 de mayo de 2013 acudo a la clausura del I Encuentro Agroartístico.

La Fresnedilla es una finca en  Obejo propiedad de unos amigos de Paco, que conocí hace dos años cuando visitamos el cercano Pico de la Perdiz.

Me interesan el arte moderno (el arte de nuestro tiempo) y también el campo. Y en este evento podía disfrutar de ambos; de modo que no dudé en aceptar la invitación a esta jornada de puertas abiertas.

Es cierto que esperaba encontrar más obra gráfica producida durante el encuentro, pero solo había dos: un pato de excelente (y curiosa factura) obra  de Miguel Gómez Losada y la otra, un árbol dibujado en una  pared aparentemente sosteniendo un nido de cigüeña auténtico, cuya autoría desconozco. El resto de la obra gráfica parece que se lo llevaron sus autores, o tal vez (pues no me llegué a enterar bien) no existió, sino que más bien el encuentro se habría centrado en debates y performances/acciones. O sea, “arte efímero”.

No obstante mis expectativas, la jornada resultó sumamente positiva: conocí artistas emergentes, propuestas interesantes, hospitalidad a raudales, participación en una “acción” allí democráticamente decidida y de la que logré formar parte a pesar de mi timidez y otros defectos que se acumulan con la edad. Pero la naturalidad logró fusionarse con la solemnidad y, gracias a ello, disfruté de instantes de elevada espiritualidad. En el buen sentido, quiero decir. Porque este mi blog personal trata de eso: de mi subjetividad, de mis vivencias…Sin ánimo de afirmaciones rotundas, polémicas políticas o de cualquier tipo. Es mi espacio de paz, de reflexión sosegada. Y por ello me tengo prohibidas las discusiones políticas; porque además ya existen otros muchos foros para ello.

Como ya he señalado, participé en la actividad elegida. Y confieso que lo hice con mucho miedo y un punto de “retranca” porque conozco este tipo de performances o happenings desde los años 70, cuando era joven y lucía una cabellera abundante y raudales de idealismo (tempus fugit…) Pero me gustó la acción porque me permitió contactar (mentalmente) con antiguos amigos y la misma Madre Tierra. Y no quiero que se me considere un místico, ni mucho menos que hago proselitismo de alguna religión. Cualquiera que me conozca de cerca sabe que soy un racionalista empedernido; siempre buscando una explicación científica a cualquier tipo de fenómeno; personal o social. Simplemente me sentó muy bien la experiencia o “acción” y con eso basta. Decía mi admirado Henry Milller: “el que sube, canta”. Y yo subí; como en otras ocasiones me ha ocurrido estando entre la naturaleza, o al encontrarme con alguna persona que me ha transmitido una energía inesperada y positiva.

La segunda y complementaria “acción” giró en torno a una alberca o piscina circular. No dejó de recordarme al lavatorio de Jesucristo. Y no me pareció mal. El simbolismo del círculo, el poder purificador del agua, el compartirla (por no ser agua corriente), reforzó el sentimiento de “comunión” (común unión) de todos los participantes. (Espero no ser “desollado” por esta expresión por parte de quienes se creen en posesión de la verdad absoluta).

Finalmente fuimos agasajados con el exquisito perol vegetariano facturado por Mari. Y luego unos postres extraordinarios, de los que desconozco la bendita mano que los confeccionó.

Por razones familiares hube de retornar a Córdoba antes de que finalizara esa magnífica jornada de  convivencia y enriquecimiento. Y eso que fue un día con tiempo muy cambiante (sol, calor, nubes, viento frío….) que tanto nos afecta psíquica, anímica y  físicamente.

Pero al final de la estancia agradecí el haber disfrutado de unas horas con gente excelente mientras gozaba del pleno sol y el aire libre.


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8.5.13

PASEOS DE JANE 2013


Puerta del Rincón

El pasado domingo tuve la ocasión de guiar unos de los Paseos de Jane, evento internacional en recuerdo a esta arquitecta y urbanista norteamericana que defendía unas ciudades más humanizadas.

El mío se titulaba “A través de las murallas” y se trataba de recorrer parte de las murallas de la Axerquía en su lado norte, en el barrio que habito. Ver los restos de esas murallas, su historia y algunos enclaves importantes. Aunque también pretendía contrastar la diferencia entre casco histórico y ciudad moderna; barrios antiguos con barrios nuevos, calles estrechas e irregulares con calles anchas y rectas; casas tradicionales con bloques de pisos, sonidos (ruidos) y ambientes muy distintos. Pero este último objetivo creo que no lo conseguí.

Desde el principio me dominó el “miedo escénico”, porque, a pesar de mi profesión, el plantarme delante de un grupo numeroso de adultos me hizo flaquear. Y eso que estuve arropado por muchos y buenos amigos y familiares; entre ellos Paco Madrigal, quien me ha obsequiado con  un excelente reportaje del recorrido, del que yo no pude ocuparme (a pesar de llevar mi cámara plateada) por los nervios. Vinieron gentes de todas las edades, vecinos del barrio y  de otros lugares. A todos agradezco su asistencia y la atención que prestaron a mis explicaciones. Y por supuesto las interesantes preguntas y aportaciones que hicieron. De entre ellas quiero mencionar a tres, sin menoscabo de los restantes asistentes. El primero un señor mayor vecino del barrio que aportó algunos datos y me dijo que este tipo de actividades estaban muy bien. En segundo lugar a Francisco Solano Márquez, buen conocedor de Córdoba sobre la que ha escrito varios libros, además de haber dirigido diarios locales como  La Voz de Córdoba. Y finalmente una niña de 12 años; creo que se llama Ainoa, pues nuevamente los nervios de la despedida, y mi mala memoria, me jugaron una mala pasada. Anduvo todo el paseo junto a mí, escuchando con interés  mis explicaciones y haciendo preguntas  inteligentes e interesantísimas, a las que a veces me costó trabajo contestar. Como, por ejemplo, de qué estilo arquitectónico era la Torre de la Malmuerta o la iglesia de Santa Marina, por sus arcos góticos. En verdad que sería un placer dar clase a un grupo con 10 o 15 chicas/os como ella, que ingresará el año que viene en un IES, según me dijo.

Calle Imágenes

El recorrido se inició en la Puerta del Rincón, e inmediatamente cambiamos el guión del paseo para introducirnos en la calle Imágenes, donde nos recibió GOVAL y una vecina que nos ilustró claramente de su interesante proyecto colaborativo que celebra ya muchas ediciones y que, en el presente año, está dedicado a la TRANSPARENCIA. 

Continuamos por calle Adarve y la etimología del nombre, vemos el resto de muralla restaurada pero se me olvida hablar del Cristo inserto junto a las escalerillas que conducen al Campo de la Merced (hoy Jardines de la plaza de Colón). Volvemos a saltarnos el guión y penetramos en la casa-paso de la calle Chaparro. No es posible atravesarla, pero sus habitantes, que se esfuerzan estos días para presentarla al concurso de los Patios, nos dan todas la facilidades para ver lo visitable. El siguiente hito es la Torre de la Malmuerta, sus leyendas y realidad. Pasamos al lado “moderno” de la ciudad visitando el chimeneón (plaza Flor del olivo) felizmente conservado como homenaje a la primera industrialización de Córdoba. Allí F. Solano Márquez nos aclara que Baldomero Moreno (fabricante de la mayonesa MUSA, entre otros productos agroalimentarios) fue un escribiente-emprededor de los Carbonell, que tenían fábricas contiguas y sobre los que pone de manifiesto el libro sobre esta última familia industrial procedente de Alcoy y cuya residencia o “palacio” afortunadamente se ha conservado, albergando la actual sede de VIMCORSA.


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Chimeneón

Luego pasamos a la Puerta del Colodro, cuyos acertados paneles informativos, y los propios restos puestos en valor, dejan poco margen para explicar. Vamos hasta la salida de la casa de paso de Chaparro, en la plaza de la Lagunilla, para constatar el valor de estas casas de paso y sepan localizarla. Después seguimos el trazado de la muralla almorávide con los requiebros que presenta en este tramo, posiblemente debidos a la topografía del terreno (Costanillas = cuestas). Plaza del pintor Rafael Botí,  Muro de la Misericordia (con su tipología de casas ya en extinción), Jardín del Piojo, calle Fernando de Lara (restos del antiguo manicomio o “Casa de los Locos”), restos de la muralla hasta llegar a la puerta del Marrubial, donde tuerce en ángulo recto hacia el sur. Fin de trayecto en el que recibo mediante aplauso el reconocimiento de los asistentes (insisto: os agradezco vuestra asistencia y agradecimiento) y en el que también se explica y aplaude el ingente trabajo altruista de los organizadores de este evento en nuestra ciudad: Javier Burón (en representación de Colaborativa) y el colectivo cordobés A PATA.

Esquina avenida Ollerías con Ronda del Marrubial


FOTOGRAFÍAS CORTESÍA DE PACO MADRIGAL: VER MÁS AQUÍ